Combinar la innovación y la producción a gran escala con una calidad sin concesiones: este es el reto al que se enfrenta Gian Luca Rana para conseguir que Pastificio Rana sea siempre un punto de referencia para los consumidores de los países en los que está presente.
¿Un ejemplo? El desarrollo de tecnologías capaces de obtener rellenos cremosos con trozos enteros de los ingredientes utilizados, o la personalización de los procesos de producción tomados de la industria del papel para extender la pasta, o de la industria del tabaco para dar forma a los tortellini, por nombrar sólo algunos.

«Aterrizar en Estados Unidos fue una extraordinaria oportunidad de crecimiento y un acelerador para el desarrollo del proceso de innovación» – afirma Gian Luca Rana – «Para satisfacer y conquistar a consumidores con hábitos completamente diferentes, tuvimos que pensar en un producto con características distintas al italiano: en cuanto a formato, receta y con rellenos capaces de expresar las diferentes consistencias de los ingredientes utilizados. Esto ha sido posible gracias a nuestra larga experiencia en el sector de la pasta fresca y a nuestra capacidad para desarrollar soluciones tecnológicas avanzadas y creadas específicamente para nuevos mercados».

Gracias a este enfoque estratégico, Pastificio Rana ha experimentado un período de fuerte desarrollo en los últimos 30 años, convirtiéndose en una de las empresas con mejores resultados en la industria alimentaria. Una decisión tomada por Gian Luca Rana, que siempre ha defendido la importancia de desarrollar proyectos a largo plazo, en lugar de centrarse únicamente en los beneficios más inmediatos.

En «Casa Innovazione», el Centro de Excelencia para la Investigación y el Desarrollo del Pastificio, concebido y fuertemente deseado por Gian Luca Rana, se incuban ideas para la creación de nuevos procesos, nuevos productos y nuevas recetas.

«Es esencial empezar con una idea y luego estudiar la tecnología para llevarla a cabo», confirma Gian Luca Rana, explicando la fase inicial de concepción del producto, de la que nacen todos los productos de Pastificio Rana. Productos elaborados con un cuidado meticuloso: desde la elección de los ingredientes, hasta su combinación y el componente de servicio, para responder al estilo de vida, los hábitos alimentarios y el gusto de los consumidores de todos los países del mundo en los que Rana está presente.

El envase de los productos del Pastificio Rana también sufrió un profundo cambio: al acercarse al mercado estadounidense, muy complejo en cuanto a tamaño y variedad, Gian Luca Rana decidió abandonar el tradicional envase de bandeja en favor de una bolsa vertical. Esta elección hizo que los productos de Rana fueran totalmente diferentes de los de la competencia, reconocibles a simple vista, y llevó a las tiendas a revisar la estructura de sus estantes.

Todas estas elecciones han requerido, obviamente, un largo período de investigación, pruebas y revisión de los procesos de producción, pero los resultados han sido más que satisfactorios: desde 1990, la facturación de la empresa de San Giovanni Lupatoto ha pasado de 39 millones de euros a más de 900 en 2020.